PESE A LA INTENSA CAMPAÑA DE LA EMPRESA AGUAS DE MANTA, HAY QUIENES SIGUEN ARROJANDO GUANTES DE LÁTEX Y MASCARILLAS A LAS CALLES

Desde Ciudad Azteca hasta el barrio San Pedro, Mauro Andino, ciudadano mantense, encontró más de 32 guantes de látex y varias mascarillas tiradas en calles, veredas y terrenos baldíos.
Mauro, quien, además, es el decano de la facultad Ciencias de la Comunicación, de la universidad Eloy Alfaro, calificó el hecho de “crimen a la salud de los ciudadanos” por parte de quienes lo ocasionan, pues el material se convierte en una vía de transmisión del Coronavirus. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el virus puede mantenerse vivo hasta por ocho horas en los guantes de látex y mascarillas que se botan en la vía pública.
“Ahora entiendo porque la pandemia del Coronavirus se ha hecho comunitaria, aquello ya no es culpa de las autoridades, sino de quienes no toman las medidas necesarias para evitar su propagación”, señaló Mauro, quien se encontró con esta novedad cuando se dirigía a llevar alimentos a un familiar.
Pero eso no es todo, explica el gerente general de la empresa Aguas de Manta, Jean Carlos Montesdeoca: “cuando llueve, ese material que se echa a la calle es arrastrado por el agua y termina tapando y colapsando los sistemas pluviales y sanitarios. Entonces estamos generando otro problema a la ciudad porque las alcantarillas empezarán a rebosar”, enfatizó el gerente.
Aguas de Manta recuerda una manera apropiada de manejar los guantes y mascarillas: rocíe cloro u alcohol, ubique en una funda hermética y procure que sea transportado por el carro recolector de basura.